abril 22, 2008

QUEMAR LAS NAVES

Dirección: Francisco Franco
Reparto: Irene Azuela, Ángel Onésimo Nevares, Claudette Maillé, Bernardo Benítez, Ramón Valdez, Jessica Segura, Juan Carlos Barreto, Aída López, Diana Bracho, Alberto Estrella, Ricardo Blume.
Guión: Francisco Franco Alba y María Renée Prudencio
Duración: 105 min.
Las Naves Producciones
Drama
México, 2007
http://www.quemarlasnaves.com.mx/

Los recuerdos. Mucha gente vive de ellos. Y pueden pasar el resto de sus vidas evocando el pasado, sin confrontarlo nunca con su presente. El pasado es la nostalgia que nos permite vivir de lo vivido y no sufrir. Porque quien vive de su pasado es difícil que recuerde sus dolores, sus sufrimientos, sus angustias y a veces hasta sus emociones. Eso sí, recuerdan con ahínco los momentos felices, esos que impidieron buscar otros en un futuro, o en un presente.
Pero hay personas, hay circunstancias de aquellos que intentan dejar atrás su pasado que se los impiden. Entonces quedan atados a ellos, encerrados en una prisión del pasado que les impide ver la luz del presente. Y son más pesadas las cadenas cuando aun no has comenzado a tomar las decisiones que te encaminarán en lo que quieres ser.
Todos nos hemos visto como Sebastián (Ángel Onésimo Nevares), deseosos de encontrar aquello que tanto anhelamos, vivir dentro de nuestras fantasias y lograr la emancipación soñada. Pero también somos como Helena (Irene Azuela), atrapados en la vorágine de su situación, inmersos en los cúmulos de nostalgias y recuerdos que nos impiden ser lo que queremos, lo que soñamos, lo que anhelamos. Secuestrados por el pasado, atados a una cama que no nos deja ser lo que somos, por mucho amor que nos provoque. Destinada quizá a continuar con el camino que su madre le ha trazado, enfundada en su autoridad inmediata de hermana mayor y responsable de su hogar. Vividora de los recuerdos que no son suyos, pero que debe preservar por amor... ¿o no?
Por eso cuando por fin viene lo inevitable, se rompe la burbuja en la que se encontraban encerrados y se encuentran imposibilitados en tomar decisiones, pues sus vidas hasta ese momento, su presente, era su pasado. Y pueden llegar cosas nuevas, experiencias, seducciones, pero hasta que no dejen lo pasado, no pueden decir que están vivos.
Debemos enterrar el pasado, aun sin olvidarlo, para poder encontrarnos nuevamente y encaminarnos hacia lo que queremos ser, aun cuando ello implique dejar todo atrás y empezar de cero, aun a las personas que amamos, para que, como Juan (Bernardo Benítez), podamos disfrutar del mar, aun cuando solo sea en las montañas de la locura.
Este filme implica una historia de búsqueda de identidad, de lo que en teatro siempre se utiliza como punto de partida para iniciar una obra, las preguntas básicas de quién soy y adónde voy. Pero no solo eso, también nos muestra una historia de amor, así, simple, porque el amor es así, nunca da explicaciones, abarca todos los géneros y todos los gustos. El amor puro, sin concesiones, para seres humanos, sexuados o asexuados, porque para amar con plenitud, también es necesario Quemar Las Naves.