octubre 03, 2011

EL PLANETA DE LOS SIMIOS: (R)EVOLUCIÓN (Rise of the Planet of the Apes)

Dirección: Rupert Wyatt.
Reparto: James Franco, Freida Pinto, Brian Cox, Tom Felton, Andy Serkis, John Lithgow, David Hewlett, David Oyelowo, Tyler Labine, Jamie Harris.
Guión: Rick Jaffa y Amanda Silver; inspirado en la novela “El planeta de los simios”, de Pierre Boulle.
Duración: 107 min.
Chernin Entertainment, Twentieth Century Fox
Ciencia-Ficción
USA, 2011

Una de las premisas más importantes en el mundo es renovarse o morir. La renovación, incluye la evolución de la ciencia y la exploración científica de la naturaleza, la misma que nos sigue demostrando que aún es superior a los seres humanos por su infinita sabiduría. La misma naturaleza que no se cansa de sorprendernos y de crear retos que parecían superados, pero que al mismo tiempo nos recuerdan nuestra posición en el mundo: simples espectadores intentando entender nuestro entorno, o quizá, a lo más, mejorarlo, ya no superarlo. Pero son quizá, esas mismas inquietudes, las que nos orillan a jugar a ser dioses y a pensar que por un momento, que podemos ser mejor que la naturaleza misma, y nos pavoneamos pensando quizá que nos hemos superado, cuando en realidad, al dar un paso regresamos dos en el camino evolutivo.

Son esas actitudes arrogantes de los seres humanos, aunque no siempre carentes de bondad, las que han permitido descubrimientos interesantes, avances notables en la medicina, la innovación tecnológica, la física moderna, pero también grandes desastres como la contaminación, el efecto invernadero, el calentamiento de la tierra y males tan graves como el VIH.

Por eso no es de extrañar, que cada que los humanos hacen nuevos descubrimientos que asombran a la humanidad, también haya graves preocupaciones por las consecuencias que generan esos cambios en la naturaleza. Los seres humanos no somos dioses, pero jugamos a serlo, aunque no siempre nos gusten los resultados, sobre todo cuando esos son inesperados.

Pierre Boulle, en 1963 nos dió su peculiar, pero nada descabellado relato, acerca de las consecuencias que pudieran originar tanta manipulación científica, pero no entró a detalle de como se originó la situación del planeta tomado por los simios de inteligencia superior. Por ello es de aplaudir el trabajo de Rick Jaffa y Amanda Silver, que de la mano de la dirección de Rupert Wyatt y el gran elenco reunido, nos narran la causa de que los simios dominaran el planeta. Y aún cuando las misma fueron en pos de la humanidad, se plantea el entredicho de qué tan válido puede ser la experimentación con animales.

El científico Will Rodman (James Franco), se encuentra en un entredicho acerca de lo que es debido y lo que es permitido, cuando lleva una investigación al terreno personal para curar el Alzhaimer de su padre. El dilema moral en el que se sitúa el personaje, concebido a partir de su obsesión, es que debe decidir entre continuar con una investigación que puede tener efectos devastadores que es el virus benigno que restaura el tejido craneal dañado, o parar los resultados y logros conseguidos hasta ese momento y ver como su padre se pierde en su demencia que cada día avanza más, como la muerte en un campo de batalla.

La llegada de Caesar (Andy Serkis), a la vida del protagonista, no hace más que prolongar su agonía, pues su obstinación por encontrar la cura al mal de su padre, lo orillan a llevarse a la cría de una simio que había respondido bien a la inyección constante del virus. Así, Will se ve obligado a críar al simio Caesar, como lo nombra su padre, al mismo tiempo que experimenta la aplicación del virus en su padre, pero las consecuencias no son las esperadas. El simio sin embargo, adquiere una inteligencia notable, pero descubre el extraño comportamiento de los humanos y se enfrenta también al dilema de continuar dependiendo de Will, al que ve como su padre, o ayudar a su especie a evolucionar y alejarse de la humanidad que la ha atormentado durante años.

El Planeta de los Simios: (R)evolución, es una película necesaria e indispensable en los espectadores y obliga a replantearse la necesidad de experimentar en seres vivos, aún cuando sus intenciones sean con fines benéficos, sin importar las posibles consecuencias, o permitir el transcurso natural de las cosas, tal como lo ha dispuesto la naturaleza, aún cuando eso pueda significar el exterminio de nuestra propia especie.

abril 17, 2011

AMO A LAS 5 (My Last Five Girlfriends)

Dirección: Julian Kemp.
Reparto: Brendan Patricks, Naomie Harris, Michael Sheen, Cecile Cassel, Kelly Adams, Jane Marsh, Edith Bukovics.
Guión: Julian Kemp (Basado en la Novela Essays in love de Alain de Botton)
Producción: Willing Pilowsky Productions, Wire Films
Duración: 87 Minutos.
Comedia, Reino Unido, 2011
El amor es un tema que ha sido tratado infinidad de ocasiones, en diversas formas y con las mismas conclusiones. Es sin embargo un lugar común y por ahí ha transitado la mayoría de nosotros. Es indudable que pese a no tener noticia exacta de que es lo que esa palabra significa, sabemos que está ahí, latente. Aunque hay inclusive científicos que dudan de su existencia, no se ha podido comprobar tal cosa y la misma se reduce a compararse con Dios o la paternidad: es un acto de fe.
Pero sabemos que el amor, por mucho de la felicidad que
nos brinda, es indudablemente un martirio lleno de obstáculos, disgustos, cansancio, dudas, celos, embelesamiento, carisma, cariño, sinceridad, compasión, angustia, dolor, sexo inclusive. Y todo ello es el comienzo de las relaciones sociales que se vuelven sentimentales. Así, sin amarillismos. Por eso la gente cada vez que sufre en una relación busca la manera de alejarse de ellas sin saber que retoma el camino en círculos, viciosos.
Pero el amor no es un fin sino un medio y eso es precisamente el error en el que solemos incurrir. Porque el fin último de nuestra existencia será siempre la felicidad, sin apariencias, sin etiquetas, sin titubeos, con todas las derrotas en que podamos incurrir, con todos los obstáculos que se nos suelen atravesar, con todos los daños principales y colaterales que nos pueda causar. Porque eso es precisamente amar, algo que duele que da gusto.
Por eso hay que aprender a sobrellevar las relaciones sin dejar nunca de ser nosotros mismos. Y entonces podremos darnos cuenta que podemos amar, solo a una persona, a cinco o a ninguna. Pero lo realmente valioso de las relaciones, es el descubrimiento de nuestras capacidades y de nuestro potencial, el ver que podemos dar siempre lo mejor, sin esperar nada a cambio, sin miedo, enfrentarse a la vida y vivirla con plenitud, llenos de alegría y felicidad, con todos los sinsabores que nos recuerden lo grande que es el vivir nuestro presente, todo con amor.

marzo 31, 2011

TE PRESENTO A LAURA

Dirección: Fez Noriega
Reparto: Martha Higareda, Kuno Becker, Joaquín Cosio, Mónica Huarte, Adriana Barraza, Armando Hernández, Paulina Gaytán.
Duración: 95 min.
Bazooka Films, Santo Domingo Films, Acuarela Producciones,
Doberman Producciones, Salamandra Films
Comedia México, 2010

La vida es una suma de momentos insignificantes que nos recuerdan que lo único verdaderamente importante es ser feliz. Curiosamente es eso, lo que la mayoría de la gente se afana con ahínco en conseguirlo, y se les puede ir la vida en ello, aunque nadie les reprochará el no haberlo intentando.
La mayoría de nosotros buscamos la felicidad hasta debajo de las piedras, en los cruceros, en los viajes de placer, en las películas, en el transcurso de los días... Y nos damos cuenta que pasamos el tiempo esperando que ocurra algo extraordinario que, cuando lo encontramos, generalmente se nos olvida para qué lo queríamos.
Y eso ocurre a menudo porque olvidamos con frecuencia que cada instante que transcurre es un suceso extrardinario, que es verdaderamente maravilloso contemplar, inclusive en una azotea, el movimiento de las nubes, al tiempo que un soplo de aliento celestial convertido en viento nos recuerda que estamos vivos. Y somos indiferentes al increíble milagro del trabajo diario de millones de partículas que forman átomos que nos dan energía. Y despreciamos la vida de cada una de las células que conforman nuestro ser por ser casi insignificantes pero que en conjunto son las que nos permiten continuar aquí, leyendo por ejemplo.
Pero casi siempre las circunstancias suelen cambiar cuando nos vemos inmiscuidos en un maremagnum de problemas que han cambiado el transcurso de nuestras vidas. Y nos arrepentimos de esos actos que pueden inclusive llevarnos a contar nuestros días, al grado de saber la fecha exacta en la que nos vamos a morir.
Y es entonces en que nos damos cuenta que nuestra vida no estaba tan jodida después de todo, y que el brillo del sol, la organización de las hormigas, reír hasta que nos duela la panza, gritar todas las groserías que conocemos, regalar abrazos o “flashear viejitos”, por mencionar algunos ejemplos, forman parte de esos instantes maravillosos que conforman nuestra existencia, y que eso que pasa mientras vivimos, es precisamente la vida y por ende, la felicidad... aunque suene a cliché.