Por: Yorick Perôrt
¿Quiénes
somos? Utilizamos nombres y apellidos para describirnos, para presentarnos,
para decir lo que otros quieren escuchar. Pero sabemos bien que el nombre no
hace a uno. El nombre es un pretexto que usamos para esconder eso que miramos
frente a un espejo. ¿Qué somos? Dudas errantes. Luchas constantes que planeamos
ganar algún día. Obstáculos insalvables para otros, cuando permitimos que se
enamoren de nosotros.
¿Qué
es el amor? Para el que lo esboza o de menos lo cree, un dulce experiencia
tortuosa. Figura embelesada de dos personas que se tutean, se toman de la mano,
juntas sus bocas para intercambiar bacterias, tiene sexo, recatado o
desenfrenado, según su ideología y sus fantasías.
Pero sabemos que eso no siempre es el amor. También puede
figurar como un pretexto, también puede ser una herramienta de manipulación que
seduce a la primera, pero destruye con el tiempo. Un juego en el que
indudablemente al final hay un vencedor, y un vencido. Una mercancía que puede
malbaratarse en cualquier supermercado cuando se encuentra al dos por uno.
Un
hombre encuentra una mujer a punto de lanzarse al mar, una sirena quizá, que lo
atrae con su dulce canto, o bueno, baile en todo caso. El es un escritor que ha podido terminar de escribir un solo
libro, bibliotecario que se niega a aceptarlo. Ella puede ser cualquier cosa
porque es libre y no puede o no quiere aceptar la razón por la que se
encontraron. Porque se niega a tener un futuro, aferrada a un presente que no
sabe si disfruta o la tortura.
Porque
Benjamín puede ser todo eso que ella anhelaba tener, pero ha pasado el tiempo
rechazándolo. El por otra parte ha encontrado en ella a su nueva musa, su
inspiración, su tormento, sus miedos, sus filias y fobias. Tracy, como el
detective, hurga en todos los rincones más recónditos de Benjamín sin poder
explicarse que no haya nada más que él mismo. Ambos con muchas cosas por
descubrir, como un refrigerador que ha almacenado por mucho tiempo metas y
expectativas que no han podido cumplirse, rojo, como el amor.
Él
da todo, ella no espera nada. Batalla interminable simbolizada en los
constantes bailes de la sirena bailarina, acechada por los tiburones que
parecen rodearlos, sus fantasmas comunes en casos como éste. El amor enamorado.
Porque al final eso es amor, aquello que no podemos explicar por más historias
que inventemos. Solo nos queda sentirlo, disfrutarlo, o ¿por qué no?, también
sufrirlo.
PAISAJE MARINO CON TIBURONES
Y BAILARINA de Don Nigro.
Dir. Bruno Bichir
Con: Bruno Bichir y Tato
Alexander
Viernes 20:30, Sábados 19:00
y 21:00, domingos 18:00 hrs.
Foro Principal del Foro
Shakespeare
Zamora 7 colonia Condesa,
casi esq. Veracruz,
delegación Cuauhtémoc metro
Chapultepec.
Duración: 90 minutos
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